viernes, 4 de enero de 2013

Mi Lima de siempre

Luego de un apacible día de trabajo bajo el sol implacable en el Norte del país, llego a Lima en una mañana ajetreada.

Atrás quedaron las historias de la caña de azúcar y de la chicha de jora. Las ciudades de Paita, Sullana y Piura nos despiedieron con su estilo de vida tan apegado a la buena comida y al descanso prolongado.

Sin embargo también nos castigó con noches asfixiantes de calor e insectos imperceptibles que, si hubieran quierido, nos hubieran succionado hasta el alma.

Sé que muchos dicen querer quedarse a vivir en un lugar como ese y creo que hasta en algún momento llegué a pensarlo. Pero es cuando regreso a la Lima que me vio crecer, que me doy cuenta de mi dependecia a sus diferentes tipos de comida, a sus prolongadas horas de atención al público, a la velocidad del Internet, a sus parrilladas, los amigos, su ruido, su contaminacion  y su constante atocigamiento creciente de demanda vehicular.

Sinceramente quiero imaginarme de viejo, pero no se porque aún no puedo.

Quizás mi futuro no este escrito en Lima, WHO knows.

jueves, 3 de enero de 2013

Bradicardia sinusal, my balls.

Siendo el 3er día del nuevo año, no pude evitar recordar la noticia que me dio el doctor el año pasado: "se le ha detectado Bradicardia sinusal, lo que significa que su ritmo cardíaco es bajo". Hasta ese momento, no entendía bien la figura, pero ya después el doctor me dijo que era normal en atletas profesionales, o que se debía a mucho desgaste físico.

Recapitulando las cosas que había hecho antes de mi chequeo, sólo tuve un trabajo que demandaba esfuerzo físico, pero no lo consideré tan extenuante.

Luego de unos días, me cité con una cardiologa y ella me preguntó si tenía antecedentes de desmayos, si me sentía agitado muchas veces y si era algún tipo de atleta. No pude evitar el esbozar una sonrisa... "Doctora, que me ande desmayando, no es así. No tengo parientes que se desmayen tan seguido, tampoco. Si me agito, es porque vivo mi vida de tal manera que sea una constante aventura ( y nadie vive aventuras sin adrenalina!), y por último... Atleta? -salvo que sea en el ámbito sexual xD!- (Obviamente no le dije eso pero lo pensé) -_- No, doctora. No soy atleta, pero juego volley cada domingo. Antes jugaba fútbol, 1 vez por semana y no he tenido relaciones sexuales durante estos últimos meses. "

Me miró. Agarró su aparato auditivo. Un par de pases mágicos sobre el pecho. Respire, exhale.
OK. Listo. No tiene nada.

Y sin más ni más, me aprobó. Mis 42 latidos por minuto no significó nada para ella.

Ya ha pasado al rededor de 1 mes, quizás más, pero desde ahí tuve miedo de sentirme cansado, de empezar la fatiga.

Ahora que estoy por el norte del país, bajo el calor de este sol implacable, me siento cansado, algo fatigado, y con sueño a pesar de haber tomado un excelente desayuno...

Es entonces que me tomo las pulsaciones por minuto.
El resultado: 72 bpm

whaddafuck?

Ahora entiendo que ya sea con o sin bradicardia, el día que me falle el bobo será cuando ya no pueda más de tanta adrenalina.

Ese día sabré que mi existencia no fue en vano.